La Línea de Fuego

Un buen (y muy periodístico) debut literario de Macarena Berlín

Reconozco que llegué a la primera novela de la periodista Macarena Berlín, Háblame bajito, por curiosidad profesional. Soy periodista también (o al menos lo intento) y ella es una de mis favoritas de siempre. Su voz, su calidez al escuchar y transmitir historias… siempre la he admirado por ello. Así que no podía perderme su debut literario.

Durante la lectura de los primeros capítulos, la sensación que me producía el libro era contradictoria. Su escritura es clara, concisa y aun así bella; no podíamos esperar menos de alguien que se dedica a contar historias, claro está. Pero aun así, la historia y su protagonista no terminaban de atraparme. Y es que me despistaban bastante los largos incisos en los que Berlín se centraba en la vida profesional de Pita; puede parecer desconcertante, y debería ser lo que más me interesase por razones obvias. Sin embargo, esas largas entrevistas transcritas, aunque interesantes por momentos, me parecían prescindibles.

A partir de cierto momento de la historia (no voy a desvelar cuál, por supuesto) me encontré con que no podía parar de leer. Pita se hace tan cercana, tan normal, con cuestiones tan cotidianas y tan de ahora… Es, como ella misma dice en muchos momentos de la narración, “una mujer de su tiempo”. Sus relaciones con la familia, con los amigos, pero muy especialmente con ella misma, es lo verdaderamente interesante de esta historia.

Y, de repente, esos fragmentos excesivamente largos de entrevistas, esas menciones a temas de actualidad o a sitios de Madrid, esas reflexiones sobre la profesión periodística, se volvieron ventajas en vez de elementos molestos que interrumpían la narración. Y creo que es porque Berlín ha sabido trasladar al papel su buen hacer periodístico, su humanidad (que no es algo fácil de encontrar en nuestra profesión) y su capacidad para transmitir con su voz (ahora escrita, pero no por ello menos cálida) historias humanas.