La Línea de Fuego

La cultura de la violación, fiesta nacional

San Fermín, esa fiesta marcada a fuego en el calendario de todos los pamplonicas así como de medio mundo. Una fiesta en la que el alcohol y la barbarie reinan por doquier. Este año ha terminado con cuatro violaciones, un intento de violación, siete abusos y doce detenidos. Abruma.

El primer día de San Fermín se produjo el caso más duro de todos. Una chica denunciaba una violación múltiple, cinco hombres violaban a una mujer y, además, la grababan con el móvil, querrían tener un buen recuerdo de su fiesta. Para más inri, uno de estos animales era Guardia Civil, un cuerpo que debe velar por la seguridad de la ciudadanía y uno de ellos se dedica a violar chicas con sus amigos. Estupendo.

Esta violación abrió la veda de la que sería una semana llena de agresiones sexuales. La Junta Local de Protección Civil ha declarado que gracias a las campañas feministas de concienciación ha habido más víctimas que se han atrevido a denunciar lo que sin duda es una buena noticia. Estos son los abusos que se han denunciado pero quizás haya más en los que las víctimas no se han atrevido a denunciar por temor a ser juzgadas, porque cuando roban a alguien nadie pregunta si iba provocando y enseñando todo el dinero pero cuando violan a una mujer sí se pregunta cómo iba vestida.

Buena prueba de esto ha sido el tratamiento que algunos medios han dado a las distintas noticias sobre las violaciones en San Fermín. Diarios de todo tipo ilustraban estas noticias con fotos de chicas de fiesta levantándose la camiseta, como si por enseñar sus pechos estuvieran incitando a los hombres a violarlas. Este planteamiento no sólo perjudica a la mujer sino que hace quedar al hombre como un animal incapaz de controlar sus impulsos.

Por desgracia en el patriarcado en el que vivimos a las mujeres siempre se les hace sentir culpables, responsables del deseo que suscitan en los demás. Nadie cuestiona que un hombre vaya sin camiseta en una fiesta o lo corto de su bañador, pero el cuerpo de la mujer sigue siendo juzgado con lupa, en una sociedad que mezcla la fiesta popular con la violación. Cuando hombres van de fiesta e incluyen la violación en sus planes están buscando otra forma de pasárselo bien, como si violar a una mujer fuese un entretenimiento más. Sin duda una prueba más de por qué debemos destruir el patriarcado.