La Línea de Fuego

«Los días felices», un libro lleno de vida

 

“Si el ser humano quiere saber cómo es su vida, solo tiene que observar su día de cumpleaños cada cinco años desde la mañana a la noche. Porque cada cinco años el mundo cambia, y cuando uno se quiere dar cuenta, es otro”.  Esta cita textual del libro de Mara Torres resume a la perfección el argumento de una obra que habla, en resumidas cuentas, sobre la vida.

El tiempo pasa y nunca vuelve. Es algo que la autora del libro “Los días felices” ha tenido en cuenta a la hora de dar vida a los protagonistas de su obra. Vivimos en constante cambio, en constante evolución, sumidos en una vida que muchas veces no es la que queremos vivir. Pero solo el tiempo es capaz de poner las cosas en su sitio y demostrarnos  que este trayecto al que llamamos vida es algo que va totalmente en serio.

Este libro cuenta la historia de Miguel a través del día de su cumpleaños cada cinco años.  Porque la historia del hombre puede quedar reflejada en las acciones que realiza durante un solo día. ¿Alguna vez se han parado a pensar en la forma en la que hemos ido evolucionando a lo largo del tiempo? De vez en cuando está bien hacerlo y ver de qué manera el tiempo ha ido transformando nuestra personalidad, nuestro estilo de vida y nuestra relación con las personas que nos rodean.

En “Los días felices”  haremos este viaje con el protagonista, Miguel. Y no sólo con él. También veremos cómo cambia la vida de todos aquellos que han ido creciendo con él. Desde sus amigos hasta su familia o sus distintos jefes. Porque a lo largo de nuestra vida, son muchas las personas que aparecen en ella y que de una forma u otra nos influyen.

El libro comienza cuando Miguel tiene 20 años. Nos enfrentaremos con un Miguel joven. Y como sabrán, ser joven nunca ha sido fácil. En esta etapa de nuestra vida la mayoría de las personas se tienen que enfrentar a una ausencia de condiciones laborales aceptables junto con una falta de perspectivas de futuro.  Nos asomaremos a sus más profundos sentimientos y veremos cómo vive en un presente perpetuo y constante.

Cinco años más tarde descubriremos un Miguel que admitía haber sido “jodidamente feliz”. Aunque el protagonista era consciente de que la felicidad era algo pasajero.  A lo largo de la obra conoceremos sus sueños y sus inseguridades. Y descubriremos también, porque muchas veces no somos conscientes de ello, que lo único que realmente nos pertenece es el tiempo.

¿Realmente somos felices? Es una pregunta que se repite constantemente a lo largo de la obra y que invita a reflexionar. Vivimos – en muchas ocasiones – enfrascados en nuestro pasado y atemorizados por lo que pueda ocurrir en nuestro futuro. Sin darnos cuenta de que estamos dejando de lado nuestro presente.  Un presente que, aunque nos cueste reconocerlo, está marcado por nuestro pasado y futuro.

Miguel se define a sí mismo como  un desastre sentimental. Pero ¿quién no lo es a la hora de hablar del amor? Todos a nuestra manera somos como Miguel.  “Los días felices” es un libro que- sobre todo – habla de amor. De amor a la nuestros padres, hermanos,  amigos, hijos. De amor a nuestra familia. De amores prohibidos y de amores platónicos. En definitiva, este libro habla del amor a la vida. Porque al fin y al cabo, como dice una de las protagonistas, “la vida es sólo eso: vida”. Y hay que aprender a vivirla.