La Línea de Fuego

La cara que se te queda cuando cuando lees comentarios racistas

Por Alba Zaragoza De Vincenzo (@alba_zdv)

 

Al igual que el machismo y la homofobia, el racismo es uno de los muchos problemas sociales que sigue latente en el seno de nuestra sociedad. Moha Gerehou, periodista en eldiario.es, Presidente de SOS Racismo y compañero de varios miembros de nuestra redacción recibió la semana pasada varias amenazas de muerte a través de la red social Twitter tras colgar el siguiente post:

2016-10-02

A pesar de haber denunciado los hechos, es consciente de que la justicia es lenta. En julio de este año interpuso una primera denuncia tras ser «subastado», también a través de las redes sociales tras colgar un tweet con el hashtag #EstadoEspañolNoTanBlanco, una campaña a favor de la igualdad. «Normalmente las cuentas suelen ser canceladas por Twitter, pero en seguida pueden volver a abrirse otra cuenta», señala. Aunque muchos de los perfiles que lanzan mensajes racistas sean falsos, o trolls, cabe destacar que uno de ellos había escrito su nombre y apellidos y su ocupación, nada más y nada menos que profesor de primaria, en su biografía. De momento la policía sigue investigando los hechos: «El proceso es lento. La policía tiene que pedir los datos a Twitter, muchos de estos datos son confidenciales…«.

«El problema es que hasta que no pase algo grave, como con la violencia de género, no se tomará nada en serio«. Moha recuerda el caso de un policía que, estando fuera de servicio, disparó a un hombre al dar por hecho que por su aspecto era árabe, que por poder ser árabe era ser musulmán y que por poder ser musulmán era un terroristas. Demasiadas suposiciones.

El activista espera que su caso ayude a dar visibilidad a este problema y recalca que no se trata de un caso aislado, sino que muchos compañeros y conocidos suyos se enfrentan a este tipo de situaciones.

«Luchar contra el racismo no significa estar a favor de ISIS«, recalca Moha. Muchos errores se cometen desde los medios de comunicación: se hacen asociaciones erróneas como por ejemplo asociar los refugiados al terrorismo o los musulmanes al ISIS. Se recalcan en titulares la nacionalidad o los orígenes de una persona sin que tenga relevancia con los acontecimientos. Los medios de comunicación debemos cuestionarnos si la información que damos, sobre todo, si está resaltada en los titulares o en las redes sociales, es real y relevante. Debemos tener cuidado con las asociaciones que hacemos para evitar criminalizar algún colectivo e intentar interculturalizar los medios de comunicación desde el interior.