La Línea de Fuego

Solo mujeres

El pasado 23 de febrero, dos mujeres argentinas fueron asesinadas en Ecuador, donde estaban realizando un viaje de mochileras, tras negarse a mantener relaciones sexuales. La cobertura de los medios de comunicación al respecto ha abogado por la tesis de que ocurrió porque viajaban solas.

Esta misma semana, la ONU presentaba un informe en que reconoce que en 2015 recibió 69 denuncias de abusos sexuales contra cascos azules desplazados en misiones internacionales, procedentes de 21 países distintos. El informe contiene frases como “una niña de siete años nos dijo que hizo sexo oral con soldados franceses, a cambio de una botella de agua y un paquete pequeño de galletas”. Algo a lo que los medios de comunicación tampoco han dado difusión.

Un poco más cerca (por si todavía alguien se atreve a esgrimir el argumento de “eso pasa allí, no aquí”), las integrantes del equipo de rugby femenino de Biológicas de la Universidad Complutense, en Madrid, sí, han denunciado agresiones por parte de jugadores de la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica durante el tercer tiempo con frases como “me meo en vuestra ideología feminazi, idos a limpiar” o “¿te ha pegado alguna vez un hombre? Porque parece que no has aprendido”.

Hechos como estos suceden cada día, una y otra vez. E incluso otros que no son tan obvios. A nadie ha dejado indiferentes los “tutoriales” de un youtuber enseñando a ligar en el que el individuo, por llamarlo de alguna manera, dejaba perlitas como “debemos sobrepasar los límites establecidos para tener éxito con una chica, nunca preguntes si puedes hacerlo, hazlo sin más” o que una chica “necesita un líder que la lleve”.

Y es que pese a que parezca que no, pese a que no le demos importancia, los machismos continúan siendo nuestro pan de cada día. Las apariencias engañan y delante de lo que debería constituir una defensa por la igualdad, por el respeto a la mujer, la concienciación de que nadie es más ni menos que nadie por lo que tiene entre las piernas, los titulares se centran en minucias como que las asesinadas viajaban “solas” (no, eran dos, iban perfectamente acompañadas), que no las matan, mueren.

Pese a los avances en materia feminista, todavía queda mucho recorrido por andar. Sirva esta edición de La Línea de Fuego para ayudar a recorrer este camino. Porque no son sólo mujeres. Porque en la Igualdad nos toca trabajar a todos.