El pasado 15 de enero el grupo terrorista Al Qaeda del Magreb Islámico se atrincheró en el Hotel Splendid en Uagadudú, capital de Burkina Faso, donde retuvieron a 156 personas y 30 resultaron asesinadas. El Hotel Splendid está frecuentado por extranjeros, personal de la ONU y tropas francesas. Entre las víctimas mortales se encontraba la fotógrafa franco-marroquí Leila Alaoui.
Leila Alaoui, de 33 años, no era fotógrafa de guerra. Conocida por su trabajo sobre la diversidad cultural y la migración, se encontraba en la capital realizando un trabajo sobre los derechos de las mujeres, centrándose en mujeres jóvenes obligadas a casarse. Hasta esta misma semana, Alaoui exponía su serie The Moroccans en París, una galería donde buscaba “dignificar a los modelos, dejando atrás los clichés etnocentristas y orientalistas sobre Marruecos”, según explicó ella misma.
Influenciada por sus propios orígenes franco-marroquíes, su obra explora la construcción de la identidad y la diversidad cultural y ha intentado explicar a través de sus imágenes la realidad social usando un lenguaje visual que combina la profundidad de la narrativa documental y la sensibilidad de la carrera que la llevó hasta este trabajo, las Bellas Artes.
La muerte de la fotógrafa ha causado gran impacto entre los artistas marroquíes, que han expresado su pesar por la pérdida en las redes sociales. Con su fallecimiento quedan sin finalizar dos proyectos: el que estaba desarrollando para Amnistía Internacional y otro sobre la inmigración postcolonial en Francia.